- Ceremonias en la playa
- Amplia terraza
La cultura ancestral maya resuena por todos los rincones del complejo, como un señal de respeto por una de las civilizaciones antiguas más avanzadas de la historia. Los brillantes jardines tropicales, la dorada arena de la playa y la inmensidad del Océano Pacífico convierten este lugar en el espacio favorito para celebrar bodas de ensueño.
El estado de Colima, donde se encuentra Manzanillo, es un lugar para disfrutar todo el año, ya que el sol brilla prácticamente todos los días. La temperatura media oscila entre los 22ºC i los 28ºC y las lluvias, aunque esporádicas, sirven para paliar los efectos del sol. El clima cálido y poco húmedo lo convierten en el sitio ideal para los amantes de las bodas en la playa repletas de luz y de color.
Los invitados de boda podrán explorar, antes o después de la celebración, la riqueza de los paisajes naturales que ofrece la costa del Pacífico. Lagos, lagunas, pirámides y ruinas maya harán las delicias de los más inquietos, a lo que hay que añadir la deliciosa gastronomía de la zona y la amabilidad inherente a sus gentes.
Colima es la capital del estado y ofrece a los visitantes grandes atractivos como el volcán, la basílica menor, el palacio de gobierno o la Universidad de Colima. Tampoco hay que olvidar las maravillas del mundo prehispánico que se encuentran en los yacimientos arqueológicos de La Campana y El Chanel.
Esta ciudad fue designada sitio histórico en 1988 e incluida en el programa nacional ‘Pueblos mágicos de México’ en el 2002. El centro de artesanía Pueblo Blanco y el Museo Rangel Hidalgo son algunos de sus reclamos, así como los apacibles jardines del centro de la ciudad, perfectos para relajarse y disfrutar de la cocina y la bebida locales.
El Museo de la Sal está a tan solo 30 minutos al sur de Manzanillos, con lo que supone una visita obligada. En él se puede descubrir el proceso de producción de la sal, que data de finales del siglo XVIII.